Ernesto Priani

De Espiritus


En sus seis propuestas para el próximo milenio, Italo Calvino propone la ligereza para ser un atributo de la literatura del nuevo milenio. Una ligereza que es, a la vez, una defensa de la fantasía. Para el Renacimiento, en general, de todas las facultades de los espíritus, la fantasía era la única que operaba con absoluta libertad. Capaz de combinar entre sí las imágenes más dispares, la fantasía operaba fuera de las restricciones del resto de las funciones sensibles de los espíritus.Esto la convertía en el reflejo privilegiado del carácter de cada persona y de su capacidad de transformación. Si la imaginación era como el espejo al través del cual Perseo pudo mirar, sin petrificarse, a la Medusa, la fantasía fue el lugar donde apareció todo aquello que hizo de Perseo un héroe: las sandalias aladas, Pegaso, los corales… Aunque hoy ya no creamos en esos corpúsculos que se llamaron espíritus, aunque no pensemos ya, nunca más, que salían de nuestro cuerpo con un suspiro, todavía tenemos la fantasía. Ella es, si se puede, el costado ético de la levedad literaria que Calvino pide conservar para el siglo XXI.

Algunos textos contenidos en el libro

La rosa

El ejercicio del recto pensamiento.

 

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