Después de vacaciones
Pues si, tuvimos vacaciones o, para los que nos quedamos en casa y no pensamos que las vacaciones son para salir cueste lo que cueste, un periodo sin actividades en línea. Aunque esto es un decir. Poco antes de iniciar el periodo vacacional le dije a mis alumnos que permanecería conectado, de modo que si alguno quisiera aprovechar el tiempo para ponerse al corriente -cerca de la mitad del grupo tiene una o más actividades de retraso- yo estaría revisando la plataforma. Algunos me tomaron la palabra. Así que con menos regularidad, pero me conecté para calificar esas actividades y para monitorear el avance general del grupo.
Las vacaciones, sin embargo, me rompieron el ritmo de trabajo y me ha costado volverlo a recuperar. En particular, volver en tener en mente revisar la plataforma y el correo un par de veces al día y a planear con anticipado las actividades siguientes.
Pero las vacaciones sirvieron también para evaluar el curso. Una de las cosas que en las que más he pensado es en cómo la migración digital me ha hecho replantearme dos preguntas básicas: qué es exactamente lo que enseño y cuáles son los aprendizajes que espero que obtengan mis alumnos.
Una cosa que pasa con la filosofía y su enseñanza en México, según mi experiencia, es que no se discute su pedagogía. Se asume, sin hacerlo nunca explícito, que la cátedra decimonónica es el modelo pedagógico perfecto: uno se para delante del grupo y habla. Luego, ya sea por seguir el ejemplo, o quizás por ósmosis, los alumnos aprenden. ¿Pero qué aprenden? Para mi esto es un misterio y eso que yo “aprendí” de esa forma.
De modo que transformar la enseñanza en un conjunto de actividades que guíen al alumno hacia los aprendizajes esperados, me obligó a preguntarme: qué quiero que aprendan. Poco a poco, a través del diseño de actividades -no antes- fui comprendiendo qué quería que aprendieran: a identificar las ideas sobre el hombre, sobre el gobierno y la política, y sobre cómo se desarrollan las ideas de la ciencia en el renacimiento. De modo que su integración les permita tener un panorama de los temas en discusión y de las dimensiones de la discusión filosófica en esa época.
En el caso de optativa sobre Humanidades Digitales la identificación de los aprendizajes fue mucho más rápida, porque se trata de un taller que tiene como fin la realización de un proyecto común, de modo que muchas de las ideas estaban ya definidas, aunque el momento de llevarlas a cabo tuvo ajustes pues los procesos de investigación no son tan lineales como uno los concibe.
Planear las actividades ha sido el mayor reto, pero también lo que más he disfrutado. Implican mucha reflexión pedagógica, pero sobre todo, mucha creatividad. Algunos, como el comentario colectivo a El príncipe de Maquievalo, o el comentario individual a un párrafo de la Ciudad del sol de Campanella han resultado muy efectivos. Otros, como un mapa mental, un poco mas difícil de realizar para algunos, por limitaciones técnicas. Mientras, en el caso de la optativa, un experimento de formar un corpus de noticias resultó muy estimulante para los estudiantes.
El reto ahora es pensar en nuevas actividades, que sean atractivos para ellos, y que cumplan el objetivo que se busca.
Gracias por hacer esta bitácora. Me parece que me va a resultar útil para nuestro propio proceso de migración, aunque éste no ocurra en la filosofía.
Muy interesante, gracias por compartir su experiencia, retomare algunas cosas para este nuevo ciclo escolar.
Saludos
Muchas gracias por compartir la bitácora. En la carrera de medicina, donde yo trabajo, buena parte del contenido se trabaja como se ha trabajado desde Hipócrates. Me sorprende que en filosofía ocurran adhesiones pedagógicas decimonónicas y por otro lado me agrada mucho enterarme de ellas. La cátedra en la Real Universidad de México consistía en la lectura “del libro” por parte del profesor, quien lo hacía de una manera acartonada y formal. Se trataba de trasladar el contenido del texto a la mente de los estudiantes. En esa época tal práctica estaba totalmente justificada, había unos cuantos ejemplares de los textos. En la actualidad, al menos en un buen porcentaje de profesores de medicina, todavía en eso consiste la enseñanza. Finalmente le comento que encuentro un ligero “tufillo” a dogma en la enseñanza de la filosofía así como usted la describe. Como sociólogo así me formé y disfruté enormemente de ese “hablar frente a nosotros” de profesores extraordinarios, formados en Europa, y ahora la pandemia y su bitácora me lo han cuestionado. Seguiré, hasta el último día de mi vida, recordando con gran cariño las clases de mis profesores sin que, así lo pienso ahora, sea demeritorio que los vea críticamente.
Siempre me ha gustado la conversación con alguien que expresa una vivencia y que gran reto para quien escribe poder hacerlo.
Ha sido para mi un verdadero placer escucharlo y como dijo mi antecesor escuchar al de enfrente con erudición siempre es algo que se disfruta, se recuerda y se agradece.
Un gusto y espero poder leer un poco más.
Gracias por compartir su experiencia. Como profesores Universitarios, tenemos un gran reto con estas alternativas de enseñanza para que nuestros alumnos aprendan bajo la contingencia por Covid 19. En lo personal también me he desconectado de mi trabajo educativo primero por la contingencia y el asombro de lo que un virus puede hacer a nivel mundial; después por lo cambios en los procesos de enseñanza forzados por no asistir a la Facultad y ante la necesidad de cambiar el modelo pedagógico decimonónico que he utilizado en mis años de carrera docente y también por las vacaciones que han sido 3 semanas desconectada del proceso enseñanza y aprendizaje.
Estamos tratando de enfrentar esta nueva modernidad y vamos por el reto para actualizarnos en lo digital aún cuando existimos personas inmigrantes digitales a quienes nos cuesta mucho desarrollar habilidades digitales y ponerlas en uso.
Gracias, ya que la experiencia nos está marcando que tenemos que evolucionar nosotros también en cuanto a los contenidos de nuestros cursos, tenemos que buscar el entendimiento y la aplicación de los principios y no pedir que solamente reescriban un concepto. Tenemos que aprender y analizar el desarrollo de habilidades diferentes e ir más allá de la parte conceptual.
Lo felicito por registrar en una bitácora sus experiencias, cosa que debiéramos realizar todos..
También comento la dificultad que tengo por realizar vía virtual las practicas profesionales de una carrera que como la Medicina Veterinaria y Zootecnia y una asignatura de Peces de Agua Dulce ha propiciado establecer una Reunión de alumnos con productores y yo como coordinador, buscando reflejar en las sesiones mediante una participación de todos analizar sus necesidades para buscar soluciones.
Relato esto ya que además de la dificultad académica se incluye la presencia virtual mediante fotos, videos, zoom con ellos para establecerdiagnosticos mas precisos.