La semana pasada, la Secretaría de Educación Pública (SEP) me invitó a dar una conferencia a un grupo de profesores del Bachillerato Tecnológico provenientes de todo el país, que participaban en un curso sobre la enseñanza de la lógica.
El curso es parte de su preparación para comenzar a impartir lógica con base en el acuerdo que Reforma del Bachillerato (la famosa Riems) y el posterior cuestionamiento que el Observatorio Filosófico hiciera a la SEP, sobre considerar las materias filosóficas como obligatorias, y no como transversales, y los ajustes y decisiones que la SEP tomó para “atender” las exigencias del observatorio.
En este contexto, llegué a un salón donde estaban alrededor de 60 profesores de Bachillerato Tecnológico, y donde sólo dos de ellos habían estudiado filosofía y el resto era un grupo heterogéneo de abogados, sociólogos, politólogos, psicólogos, y otras profesiones afines.
El curso estaba enfocado particularmente a fortalecer las estrategias pedagógicas para la enseñanza de la lógica, ahora que más impartirla como una disciplina, se busca que los contenidos estén vinculados al entorno y a la actividad de quienes estudian en el Bachillerato Tecnológico.
Mi intervención no fue en ese sentido. Al contrario, hice un recuento de cómo se ha enseñado filosofía en México, desde que llega con la Conquista, y se fortalece con el liberalismo positivista y el humanismo de Vasconcelos, pero sobre todo cómo su enseñanza no ha cambiado, pues se ha ajustado siempre a una visión doctrinal, bajo la premisa de que todo ciudadano debería ser filósofo y haberse formado como tal. Un absurdo.
Todo esto con el fin de acentuar que estamos en un momento extraordinario para pensar cómo enseñamos filosofía de otra manera, con otros fines y otras perspectivas. Y quizás, ahora si, para incidir más en los jóvenes, en una época en que a todas luces, es fundamental.
Lo que quería decirles a esos maestros, es que al enseñar filosofía ellos mismos comienzan un camino en el conocimiento de la filosofía, y que eso lleva una responsabilidad: la de comprender y estudiar más a fondo lo que se imparte.
La respuesta de los asistentes fue buena, pero en particular, en el momento de intercambio de preguntas y respuestas, lo que aprecié sobre todo, fue un interés genuino por ser formados no sólo en estrategias pedagógicas, sino también en filosofía, en eso que tienen que impartir y de la que tienen un conocimiento mínimo.
Por supuesto, no puedo dejar de preguntarme: hay cientos de profesores sin formación filosófica que imparten filosofía en el bachillerato en este país, y a ellos, ¿qué les estamos ofreciendo los filósofos para hacerlo?
Dr. Ernesto Priani:
Soy una de las profesoras que estuvo en dicha conferencia, mi perfil académico es Filosofía , no obstante que poseo algo de información de los temas esta nueva propuesta se me hace interesantisima, pero se que tendré que formarme dentro de la comunidad de investigación.
Me agradaría contar con materiales que Orienten al planteamiento que llevo, ya que debo compartir la experiencia en el CECyTEM ( Estado de México).
Por su atención gracias.
Saludos…
También tuve la dicha de escuchar y reflexionar en torno a la conferencia del Dr. Prianai, en realidad me ha dejado la semilla de transformar y de darle un giro a la manera como la filosofía se ha enseñado.
Esperando que podamos utilizar las nuevas herramientas, no solamente las tecnológicas, ya que existe una caja de herramientas que en la actualidad nos pueden brindar diversas formar para llegar al fin de la filosofía:
“Crear, transformar, amar y atreverse a seguir aprendiendo en y para la vida”.
Una experiencia para compartirla con los compañeros docentes del CECYTEG en Guanjuato, en donde a partir de agosto estaremos comenzando el camino en la materia de lógica.
¡Muchas gracias!
La introspección filosófica presentada por Ernesto Preani en el marco del taller de lógica convocado por COSDAC representa un enfoque epistémico sobre la transición del quehacer filosófico, que en el pasado se construyo con un marco de diversidad de pensamiento y que aun prevalece, como base ontológica heredada por los griegos, pero hoy en día no se ajusta al contexto: social, político, económico, cultural.
Por lo anterior enseñar filosofía se orienta a la cosmovisión de la evolución de los entornos tecnosociales, que impactan de forma significativa en la educación, bajo el paradigma que exige la construcción de estructuras metodológicas centradas en aprendizajes; este es el legado que instruye la conferencia brindada por el doctor.
Juan José Jiménez Ríos.
CECYEN NAYARIT
p.d. La transicion de lo complejo a la simplicidad de las ideas es algo digno de reconocer
También asistí a esa conferencia, la cual me apreció sumamente interesante , una postura diferente de un Filósofo que reconoce , reflexiona y crítica que lo que se ha enseñado es Historia de la Filosofía más no a Filosofar. Un gran reto nos espera a todos los Filósofos de carrera y a los que no lo somos replantearse al enseñanza de la filosofía que impacte en le perfil del egresado que define la RIEMS.