El sábado 4 de junio se estrenó en Canal 11 el programa Habla de frente, en el que soy “juez de casa”. El programa es un concurso de debate entre escuelas preparatorias, pero no en la línea de los concursos de oratoria, sino en la lógica de confrontar ante todo argumentos e ideas, y de valorar la mejor forma de argumentar y de defender los argumentos. Como todo en la televisión, es un programa de entretenimiento, pero en este caso, es una producción que busca ser entretenida con temas, ideas y estructuras que no suelen ser parte de lo que normalmente conocemos como entretenimiento.
Es difícil pensar en una televisión que eduque. Pero es posible pensar en una televisión que con las estrategias propias del medio ponga a los ojos del público, pero sobre todo de un público joven, otras emociones, distintas a las que normalmente refleja. Yo acepté participar en el programa, porque como filósofo disfruto la argumentación y el debate. La disputa de ideas y la búsqueda de la verdad. Habla de Frente lleva parte de eso que disfruto a la pantalla y muestra en cierta medida lo que más me gusta de la filosofía, con todas las limitaciones que el formato de la televisión tiene y todas las objeciones que se le pueda hacer.
El otro día, mientras se emitía el primer programa, nos preguntamos si lograríamos documentar el diálogo y el debate, a partir de lo que pudieran hacer los jóvenes de preparatoria. Yo no sé que tanto lograremos. Pero en todo caso, si hay realities de cómo decorar la casa, ¿por qué no puede haberlos de cómo encontrar la verdad?
Si este programa me parece, excelente, ya que soy profesora de lógica en una prepa del estado de méxico, y me llamó la atención la manera de argumentar tan estructurada y rápida en un programa que se hablaba del daño que hace la marihuana en el cerebro de los jóvenes, no he podido volver a verlo, aunque me gustaría tener el argumento sobre este tema, para exponerlo a mis alumnos me pareció brillante; muy buen programa