Este año en Stanford, dentro del congreso de Digital Humanities, tuve la oportunidad de ver la presentación de Erez Lieberman Aiden and Jean-Baptiste Michel del N-gram viewer. Una presentación casi idéntica a la que pego a este post. Por ahora, son las estrellas pop de la Humanidades Digitales. Pero la “cultonomic” aun me deja con mucho que pensar. Quizás por mis propias limitaciones -acostumbrado a pensar más en discursos que en estadísticas- no alcanzo a comprender el valor de este ejercicio de recolección de datos. ¿Datos duros para apuntalar una hipótesis? ¿Un mero juego de estadístico? Fuera de los asombrosos resultados que muestran -sorprendentes de ver, como el de Marc Chagall- no parece haber nada más o mejor, llegan a resultar más superficiales que significativo. ¿Cuál es tu opinión?
Tampoco logro comprender la utilidad estas visualizaciones de popularidad. De momento lo que me hizo pensar el video es que esas visualizaciones nos posicionan en el tema de las competencias, porque si sabes que Nietzsche es más popular que Kant, por decir un ejemplo, quizás hagas todo lo posible, consciente o inconscientemente, para hacer libros o escribir sobre Nietzsche para que seas más leído y, por tanto, reconocido y considerado dentro de una comunidad. Pienso que, al menos para las humanidades, los resultados no sólo pueden ser superficiales y poco significativos, si no que también pueden mediar el discurso. En fin, es sólo una idea.
La función potencial más interesante que veo en estos métodos estadísticos es la del posible uso para estudios lingüísticos mucho más precisos, con datos que se parecen más a los de un laboratorio que a los de los cubículos de investigación humanística.
Asimismo, no sé por qué detecto un tufillo (obvio o no) de posibles usos mercantilistas con la cultura y/o ciencia; situación en la que prefiero no inclinarme hacia una reprobación o una aceptación: sólo pienso que ésta también puede ser una aplicación.