Debo a Domenico Fiormonte la oportunidad de haber leído Judgment de Rabindranath Tagore nada más llegué a Italia. Es un texto notable escrito en un momento definitivo: se trata de un juicio a Occidente hecho desde a India, en el espacio de la entreguerra (1925); un ensayo que analiza las estrategias colonizadoras de occidente desde la posición del colonizado, para hacerles frente, no mediante la fuerza, sino mediante el juicio. De las muchas ideas que el texto incisivamente presenta, hay dos que han calado más hondo en mi ánimo. En esta entrada, retomo la primera de ellas.
La primera es la reflexión que hace sobre lo moderno. Escribe:
If that is the definition of modern (que se piensa es el crecimiento indefinido y la libertad), then we must know that its essential element does not consist in a particular time, but in a particular truth, lacking which a thing of the latest pattern and polish may in reality.
Para quien se ha acostumbrado, como yo, las sociedades de los países más ricos como “adelantadas en el tiempo” siguiendo un reflejo cultural largamente escuchado, la forma en que Tagore desplaza el problema del tiempo al del reconocimiento de una específica concepción de la verdad, me resulto ilumnadora.
El problema no es que unos hayan llegado al futuro antes que otros, el problema es que Occidente o los países del Norte, o los países dominantes, como se quiera, son los que definen lo qué es “adelante”. Para Tagore, es en el campo del dominio de la episteme, y no en el tiempo, donde las diferencias de las sociedades son puestas en juego. Para precisar aun más distinguiendo la ciencia del uso violento de la “verdad”, puntualiza:
But what is most unfortunate for us in Asia is the fact that the advent of the West into our continent has been accompanied not only by science, which is truth and therefore welcome, but by an impious use of truth for the violent purpose of self-seeking which converts it into a disruptive force.
La idea me ha hecho pensar mucho en la adopción de las Humanidades Digitales en un país como México. ¿Qué hay en ellas de la ciencia que es bienvenida y qué tanto junto con esta viene una verdad violenta y disruptiva?
El espacio necesario para apenas esbozar esta cuestión excede por mucho, la entrada de este blog. El texto de Tagore es quizás la punta de la madeja, cuya hebra hay que jalar cuidadosamente. Siempre, en todos los casos, uno debe inquirir por la episteme que se traslada con el uso de las tecnologías y lo que esta envuelve.
Para seguir con el tema de la tecnología y la verdad. Más que con el de Tagore. Recomiendo estos dos textos:
Knowledge Monopolies and Global Academic Publishing de Domenico Fiormonte y Ernesto Priego
Querido Ernesto, muchísimas gracias! Como decía Sigfried Krakauer la amistad se basa sobre “la correspondencia de las inclinaciones típicas”…
Sería interesante comparar la posición no-dualista de Tagore con el pensamiento poscolonial de la última decada, por ejemplo Walter Mignolo teórico de la desoccidentalización: http://waltermignolo.com
Por cierto, en la primera cita de Tagore falta la parte final (creo que es importante completarla): “…[in reality] be out of date and condemned to perish.”