Hoy lo sabemos: no hay trabajo, tarea o interés personal que no sea común con otros más. Las redes sociales han borrado los únicos obstáculos que evitaban que eso fuera evidente: la distancia pero, sobre todo, el silencio. No sólo del que no dice, sino del que no es escuchado.
Hace apenas unos cinco años decir lo que nos interesaba, preocupaba, ocupaba, apuraba tenía como audiencia, cuando más, sólo un puñado de amigos, familiares o compañeros de trabajo a los que, quizás, nuestras urgencias tenían sin cuidado. De pronto, eso mismo puede decirse además en una red cuyos hilos llegan hasta personas que, por asombroso que aun nos pueda parecer, están ocupadas, preocupadas, o interesadas en hacer exactamente lo mismo que estamos haciendo nosotros. Y, por si eso fuera poco, dispuestas además a sumarse y colaborar.
Ese es el origen real de este peculiar Social Book: el interés de un montón de personas dispuestas ha hacer, de manera común, una tarea por la convergencia de intereses, gracias a la supresión de las distancias y el silencio.
Me explico: un día @isopixel emitió una simple convocatoria en Twiter. Quería hacer un “social book” para, teniendo esa experiencia como base, charlar con los asistentes al Campus Party Ciudad de México, 2010. La invitación en 140 caracteres se completaba con información más detallada en una entrada de su blog personal http://isopixel.net/archivo/2010/07/social-book-campus-party-mexico/. Así nació de hecho mi intención de participar escribiendo este prólogo.
Varios días y numerosos twits con el hashtag #sbook después, el libro se fue formando con la colaboración entusiasta de muchas personas que respondieron en 140 caracteres a preguntas a la vez simples y complejas:
¿Qué es Twitter?
¿Qué harías para disminuir la brecha tecnológica en México?
¿En qué te ha sido útil y practico utilizar Twitter?
¿Para ti qué es social media?
¿El diseño es arte?
¿Crees que internet ha impactado el modo en que la industria de la música venía desarrollándose?
¿Qué tips nos darías para ser más productivo?
El libro se puede valorar de muchas formas. Por supuesto, por el contenido mismo, por el modo en que se dieron respuesta a las preguntas propuestas por @isopixel y por la propia comunidad de #sbook. También por la singular escritura en 140 caracteres. La necesidad de síntesis, el ingenio, las abreviaturas… Me parece, sin embargo, que el mayor valor está todavía en la experiencia. En el hecho de hacer posible que un simple llamado a esos hilos de la red social produzca una obra, resultado de voluntades dispares y distantes. A final de cuentas esta es la mayor prueba de que todo nos es común, y que la distancia y el silencio, no son ya un impedimento.
@epriani