http://giordanobruno.signum.sns.it/bibliotecaideale/
Comitato Nazionale per le celebrazioni di Giordano Bruno nel cuarto centernario della morte.
Ideazione
Michele Ciliberto, Simonetta Bassi
Las bibliotecas digitales se están mutiplicando y esa es una razón para el optimismo. Estamos presenciando un fenómeno de publicación digital, en todas sus variantes y acepciones, que está alcanzando dimensiones extraordinarias. El valor sin embargo, no está únicamente en los proyectos delirantes, como Google Books, Europeana o la Biblioteca mundial auspiciada por la ONU. Está sobre todo, quizás, en las bibliotecas temáticas y especializadas alrededor de la obra de un autor o de un ámbito temático, cuando se aprovechan los elementos de la edición digital, y en especial del XML, para producir ediciones que realmente actualiza la circulación de los textos, a través de la adicción de conocimientos, herramientas de lectura e instrumentos para la manipulación más eficaz de los textos en la investigación.
La Biblioteca ideal de Giordano Bruno es un buen ejemplo de este tipo de ediciones. Incluye, en primer lugar, la trascripción de la Opera Omnia de Giordano Bruno dividida en Opere Volagari y Opere Latine, tomando como referencia textual para la trasncripción los textos establecidos en las ediciones de clásicas, de Gentile y Aquilecchia, de Tocco y Vitelli, entre otras. El hecho de que se trate de una transcripción es importante por que facilita la manipulación del texto y su utilización en espacios diferentes a Internet.
El trabajo de marcación del texto en el XML hace que la edición ofrezca algunos elementos esenciales para la investigación como referencias y nombres destacados en el texto –es interesante es que la edición ofrece la opción de habilitar o deshabilitar la marcación de nombres y textos-; incluye además la opción de buscar sobre cada obra en específico o sobre el corpus todo. El valor de pasar de la obra singular al corpus en su conjunto es importante y los nombres citados como las obras citadas pueden ser examinadas por obra o en el corpus, de manera independiente a como aparecen en la lectura directa del texto. La edición además, incluye las imágenes que forman parte de los textos, aunque en un formato no compatible con todos los navegadores.
El único problema, quizás, en cuanto al trabajo de edición son sus limitaciones. No incluye traducciones de los textos a otros idiomas, los textos están en italiano y latín, cosa que es fabulosa en términos de su valor, pero que no tienen por qué ser las únicas en términos de puesta de circulación de las obras. En cuanto a los índices, particular mente el índice onomástico, el sitio no incluye ningún dato de la persona o el lugar referenciado por Bruno. De Niceta Siracusano Pitagorico, por ejemplo, que es citado dos veces en La cena de le ceneri, no se dice nada, y como lectores nos quedamos con la misma indiferencia que cuando lo encontramos referido en papel.
Es decir, le falta a la edición la incorporación del trabajo de especialistas en la obra de Bruno, de los traductores, para alcanzar mucha mayor profundidad y un valor aun mayor, sobre todo como ediciones que aportan todavía un mayor conocimiento y además el conocimiento más resiente.
Pero frente a la edición de imágenes de textos en Google Books o de los incunables de las obras en los acervos históricos, que tienen el valor de dar acceso a la imagen del texto, y abrir la puerta a su conocimiento, la edición de las obras de Bruno, muestra que se puede y se debe ir más allá, en la producción de nuevas ediciones de libros, complejas y ambiciosas