Ernesto Priani

Sólo una teoría

Kenneth R. Millar. Only a Theory Evolution and the battle for America’s soul. Viking, New York, 2008

En el año 2000, en Atlanta, un jurado revisaba la solicitud de Cobb Country Board of Education, la pequeña SEP de esa comunidad en Georgia, para incluir el siguiente mensaje en un libro de texto de biología para secundaria:

This textbook contains material on evolution. Evolution is a theory, not a fact, regarding the origin of living things. This material should be approached with an open mind, studied carefully, and critiaclly considered.

La comunidad perdió el juicio, en sentido literal, no metafórico, claro. Pero eso no ha impedido que en diversas partes de Estados Unidos se multipliquen los esfuerzos por reivindicar las ideas que motivaron la solicitud del Board de Coobb Contry.
Kenneth R. Millar es uno de los autores del libro de texto que enfrentó ese juicio. Biólogo, profesor de la Universidad de Brown, en Estados Unidos, intenta, en Only a theory analizar y discutir las ideas sostenidas por los creacionistas, que con el paso de los años (y del gobierno de Bush) han ido ganando terreno.
En principio, el libro brinda el interés de ponernos en contacto con una discusión en el fondo de la sociedad americana, que no siempre es iluminada por los reflectores. Esta batalla por el alma de América tiene, en realidad, escenarios muy particulares y concretos, grupos y comunidades dentro de las cuales, el tema de la evolución es intensamente debatido y objetado.
Por otra parte, el libro intenta participar en esa discusión tomando “en serio” el argumento creacionista, tal como lo sostienen científicos y buscando en la evidencia científica, elementos que permitan validad esa teoría. Por supuesto, la conclusión obvia es que no hay elementos para tomar el creacionismo como una teoría con la suficiente evidencia científica, como para poner en duda la teoría de la evolución.
Al final, el texto termina por rozar el dogmatismo y convertirse en la expresión del dogma de la superioridad de la sociedad americana, y de sus instituciones sociales y científicas, al dejar de lado la pregunta que, a pesar de aparecer el inicio del libro, el autor se niega a explorar: por qué en esta sociedad, que tiene una mentalidad científica altamente desarrollada, y las instituciones de punta en el desarrollo de la ciencia, cada vez es más notorio que la convicción anti evolucionista, como sinónimo de una actitud anticientífica, tiene más adeptos.
Ante la pregunta si el hombre es un mono o un ángel, son muchos los que responden: “I, my Lord, am on the side of the angels.”

 

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